La esclerodermia es una enfermedad difusa del tejido conectivo que afecta a la piel y algunos órganos internos. Se caracteriza por un endurecimiento de los vasos sanguíneos periféricos y de las entrañas.
La magnetoterapia mejora el riego sanguíneo y con ello, el abastecimiento de oxígeno y nutrientes de los tejidos. Actúa como antiinflamatorio y reduce las reacciones autoinmunes negativas del organismo. Ayuda a adelantarse a la formación y a curar las complicaciones de la esclerodermia, como es la aparición de úlceras en las extremidades, problemas pulmonares, origen de arritmias cardíacas y otras.
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